miércoles, 25 de febrero de 2009

Allí

Hoy ha sido un día de esos que te dejan una sonrisilla oculta para uno mismo, nada genial en especial, pero pequeños detalles que a uno le animan un poquillo (bonito despertar, rato agradable sin clase en la facultad, genial conversación en un coche... esas cosas!).
De entre ellos, ha habido uno al cual le dedico la reflexión, y ya de paso la cuento:
En mi cole donde trabajo dando de comer a pequeños hombrecitos y mujercitas de tres años, tenemos un caballerete al que no le puede subir la fiebre por que le puede dar un ataque de epilepsia y hay que controlarle. Como le vimos un poco mustio me lo subí al despacho de la directora para ponerle el termómetro y llamar a su padre para que se lo llevase a casa. (Mejor prevenir que curar, pues al amiguete en cuestión no le pasaba nada de nada.) EL caso es que me bajé con el resto de la jauría a acompañarles al baño y la directora se quedó llamando a su padre para que viniese a recogerle... o eso creía ella!
Al ratito aparece en el baño la madre de otro niño, al cual no le pasaba nada y que es un poco trasto, pero al que le tengo mucho cariño. Enseguida le hemos explicado a su madre que no pasaba nada, que su hijo estaba bien y que se habían equivocado al llamar. El problema es que Mohamed (que así se llama el amiguete en cuestión) se había alegrado mucho de que viniese su madre y en seguida se puso muy triste por que su madre se marchaba de nuevo...
Al medio minuto de haberle acostado (se echan la siesta) se levanta pidiendo ir al baño por que se hace pis y se va para allá. Y aquí viene lo genial del asunto:
- Mohamed, ¿Por qué vas a hacer pis si te acabo de llevar yo?
Mirada de ingenuidad acompañada de una sonrisilla de pícaro
-Es que...
- ¿Pero te estas haciendo pis o no?
- Si!!... Bueno no...
- ¿Entonces que te pasa?
- Pues que me quiero ir con mi mamá!

Y aquí es donde se me ha desecho el alma, así que he llevado a Mohamed a hacer pis (que volvió a hacer por segunda vez consecutiva en 5 minutos, a veces son asombrosos) y estuve jugando un poco con él mientras nos limpiábamos las manos, asegurándole que después de dormir iba a jugar un rato con sus amigos de clase y que luego iba a venir mamá a por él.
Ha sido un momento muy chulo, y por unos momentos me he sentido muy conectado con ese niño (normalmente no hay Dios que consiga que le escuchen) y me ha gustado mucho la sensación de calmarle la angustia.
Antes de entrar a que durmiera de nuevo le he dicho:
-Mohamed ¿tu y yo somos amigos verdad?
Y el sonriendo me ha dicho que sí.
Es una tontería pero cuando todos los niños dormían les miraba y pensaba en mi a los tres años, y trataba de recordar esa etapa, es sorprendente la cantidad de cosas que se olvidan con el paso de los años, y sin embargo algunas se siguen recordando siempre. Me gustaría pensar que Mohamed se acordará de mi cuando se haga mayor y quizá cuide de un grupo de niños pequeñajos.

Para rematar rescatando recuerdos una canción que Ismael Serrano dedica en un concierto a todos aquellos que consideran que su patria es su infancia.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

:D me ha encantado ...me ha sacado una sonrrisa y muchos recuerdos

ADRi dijo...

Me has hecho sonreir incluso estando en Mexico...
a veces eres mono...jejeje un besote a ver si os escribo un mail a todos y os cuento algo de por aca ;)
Un besote enorme!!!

Anónimo dijo...

Buenas Papelotes, bueno cuando lo leí, me trajo muchos recurdos, no puse nada en su momento por que me gusta pensar las coas. Fue solo un año pero creo que sera dificil de olvidar porque desde que entre las cosas cambiaron un monton en mi vida, fue el comienzo de todo.La verdad es que me jode mazo no ir al cole noto que me falta algo, nose que sera, si no ver a los niños, no ver a la gente o no verte,Papelotes.
Creo que al igual que hay niños que siempre recordaras,ellos tienen profes y monitores que jamas olvidaran.
Yo te digo que tu eres uno de esos monitores.
un besote

Unknown dijo...

Hey!! Se te olvidó poner quien eres!!
Aunque yo apostaría a que se quien eres... ¿No Hathi?
Yo también creo que eres una de esas personas que no se olvidan.
Otro besote.

(Espero que si que seas Hathi... :D)

Anónimo dijo...

Si que soy yo,ese tal Anónimo.

Anónimo dijo...

Yo siempre me acordaré de Fina y de sus promesas de darme café si terminaba de comer (sí, a los 4 años ya era adicta), de su paciencia cuando me manchaba justo después de haberme cambiado y de su cariño cada vez q estaba un poco triste pq tocaba ir al médico.
Cuando alguien nos da lo mejor que tiene en ese momento, lo notamos aunq tengamos 3 años(como tus principitos)todos podemos acordarnos de alguna persona que nos marco de pequeños...
Y a los amigos nunca se les olvida, eso lo sabe hasta Mohamed!!
Un beso, Vero