viernes, 16 de mayo de 2014

A. Gato

Cuando las cosas se complican, cuando perdemos a alguien o simplemente cuando no somos capaces de explicarnos el porqué de lo que nos parece injusto, los seres humanos recurrimos a las religiones y las creencias.

Nunca he tenido muy claro en qué creo yo. Pero me gusta coger ideas de aquí y de allá. Pienso que hay alguna especie de equilibrio que regula a las personas, no en buenos y malos, no somos tan simples, pero sí en todas las características y en lo que aportamos al mundo.
Hoy las cosas se han desequilibrado. Lo sé porque se ha marchado alguien excepcional. Una de esas personas que pueden pasar desapercibidas totalmente, pero que si miras con atención dejan una huella imborrable. Para mí una huella de cinco patas.

Dicen los hindúes que cuando mueres tienes que cruzar un puente en el que se encuentran todos los animales que se cruzaron en tu vida y que según te portaste con ellos te dejan entrar o no. Si esta historia tiene algo de cierta estoy seguro que todo lo que haya en ese puente, animales, personas, o cualquier tipo de ser al que te acercaste con tu forma de ver el mundo, estará encantado de dejarte pasar y darte una calurosa bienvenida.

Nuestras vidas se cruzaron durante poco tiempo, y el motivo por el que llegaste a mi fue por realizar la acción más grande que puede pretender el alma humana. Ayudar a los demás, cuidarles e impulsarles para que pudieran llegar a ser más de lo que son y acompañar su crecimiento.
Por eso viajabas de asociación en asociación cuidando de los demás, de los que más lo necesitaban. Por eso aprendiste a comunicarte con los que no podían oír. Por eso tus furtivos comentarios capaces de sacar una carcajada a cualquiera que estuviese atento para oírlos. Por eso tu ,mano tendida, tan sincera y tantas veces en aquel ajetreado Arcas.

Por todo eso creo que se nos queda este mundo un poco más descompensado, y no voy a martillearme pensando en lo injusto que es que te hayas tenido que marchar tan pronto, porque de verdad que pienso que tú no querrías eso, y hay que ponerse manos a la obra para compensar todo ese trabajo que hacías tan bien. Va a ser difícil, pero me reconforta pensar que vayas a donde vayas ahora seguro que te pones a montar una asamblea para organizar a todo el mundo y entre todos dar cariño y ayudar a los que lo necesiten. Esta vez, como en todas las anteriores, se que puedo confiar en ti y en que harás un trabajo brillante.

Adiós amigo, buen viaje y hasta la próxima asamblea.