Corría el año... buff ya ni se. Pero
sería una buena forma de empezar esta historia. Historia que sin
duda es mi propia historia y que forma parte de mi.
Año tras año mi grupo scout acudía a
los encuentros de la federación de scouts SBP, de la que formábamos
parte. El San Jorge, aprovechábamos para hacer el festival de la
canción, y todos los grupos que pertenecíamos a la federación
preparábamos una canción scout que cantábamos en un auditorio, y
en plan Eurovisión había un ganador que organizaba el evento al año
siguiente.
Por las noches, nos juntábamos con
guitarras a cantar canciones, las de otros festivales anteriores que
nos las habíamos aprendido, o las canciones típicas de cada grupo o
un varios de pop-rock que solía ser una pasada.
El caso es que año tras año fuimos
forjando una amistad con aquellas personas que compartían un grupo
scout tan parecido al nuestro, y tan diferente en otras cosas.
Aquello era entender lo que significaba que un scout es hermano de
cualquier otro scout.
En el último San Jorge al que
acudimos, lo hicimos sabiendo que nuestro grupo y otro de la
federación nos marchábamos para siempre, porque las “políticas”
y las metodologías que se seguian estaban cambiando y nosotros no
queríamos dejar de hacer lo que habíamos hecho siempre. Queríamos
disfrutar del San Jorge y avisar al presidente de la Asociación de
Madrid al final de la acampada. Cuando estábamos despidiéndonos de
nuestros amigos de otros grupos, a muchos se nos saltaban las
lágrimas.
- “Illo, no llores, que nos vemos dentro de ná” decían los gaditanos. Recuerdo cruzar miradas con la gente de mi grupo y saber que nunca más se repetiría aquello.
Y afortunadamente, me equivocaba. Han
pasado algunos años, la asociación que fundamos el otro grupo y
nosotros ha salido a delante y este fin de semana celebramos nuestro
primer festival de la canción, con cuatro grupos que cantaban y seis
o siete que asistieron a la acampada.
El Estrella volvió a salir a cantar y
luchar por el último puesto mientras nos reíamos, y con las caras
pintadas demostrábamos a todos que estamos locos y nos encanta y que
estábamos disfrutando de ese momento de locura con un montón de
scouts de otras partes de España.
Pero lo mejor vino un rato después,
cuando el subidón de haber cantado en el escenario y haber animado
todo lo posible llevó a Javi Pelos a arrancarse a pasear con una
guitarra en el tiempo libre por todas las tiendas tocando la bamba y
arrastrando por lo menos a 50 personas a juntarnos a cantar canciones
de otros festivales, y un surtido de pop-rock que fue realmente
delicioso. A sentir que todos formamos parte de eso y que nos encanta
encontrar a otras personas en el mundo que les ocurre lo mismo, y a
estar deseando que pase un año para volver a juntarnos.
Así que de alguna manera me apetecía
agradecer a todo el mundo la posibilidad de haber vivido ese momento.
A Julio y Trina por haber estado al pie
del cañón, luchando por que esto sea posible durante todos estos
años, y aguantando en los peores momentos y lidiando con todos.
Otra vez a Trina, por contagiarnos hace
ya muchos años el gusanillo por las canciones scouts y los
festivales de la canción.
A todo el Estrella por tener siempre
dispuesta una sonrisa venga lo que venga, por que solo nosotros
sabemos lo que se siente cuando saltamos y agitamos nuestras
pañoletas mientras gritamos ¡De norte a sur! ¡De este a oeste!. Y
por enseñar a los niños que se puede estar orgullosos de salir a
cantar y bailar con la cara pintada de verde y blanco y hacer sonreír
al público.
A las visitas de última hora que
sabían que no podían perderse el momento de la canción de su
grupo.
Al resto de los grupos nuevos que se
han abierto a conocernos, que no nos han juzgado y que han compartido
unas risas con nosotros.
Y sobre todo, a ti, que cogiste la
guitarra y con una sonrisaza empezaste a tocar la bamba. A ti, que
pusiste todo tu empeño en hacer realidad la idea de un blues para el
Estrella. A ti que de nuevo has conseguido hacerme feliz tocando unos
acordes, y que no pasa día sin que me preguntes que qué tal estoy,
aunque a veces yo ni te conteste, a ti que sabes absolutamente todo
lo que me pasa y que a pesar de que en el instituto me caías fatal
te has convertido en una de las personas más importantes de mi vida
y en un pilar básico. A ti, que el sábado paralizaste el tiempo y
me llevaste a los mejores momentos que he vivido en mi infancia.
Mil gracias!
(En cuanto pueda edito el post y pongo la canción aquí al final!)
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