Dos palabras. Hay dos palabras que
pesan en el alma más que ninguna otra. A veces se prostituyen muy
rápido, a veces las sentimos y no somos capaces de ponerle nombre y
de evocarlas, otras veces da miedo decirlas y que te las digan, en
ocasiones solo quieres escuchar eso de una persona y toda tu vida no
tiene sentido si no las escuchas, y si nunca te las han dicho es que
tu vida es infinitamente triste.
Sé que pesan porque hay ocasiones en
las que te las tienes que guardar y no poder decirlas, y entonces te
das cuenta de que son una carga demasiado grande para llevarla
encima.
Sé que pesan porque un día te das
cuenta de que son la razón por la que has hecho tantas tonterías,
la razón por la que has aguantado tantas cosas, la razón por la que
sigues insistiendo en remar hacia dónde ni tu sabes que hay, la
razón por la que tu y el techo lucháis en un pulso interminable
tantas noches, la razón de que estés preocupado y realmente
preocupado por problemas que no son tuyos. La razón por la que
quieres que esos problemas sean también tuyos.
Sé que pesan porque son la única cosa
que me hacen mirar hacia el futuro y querer llegar él.
Porque hoy me he dado cuenta de que
esas dos palabras hoy significan lo que han significado con muy poca
gente.
Te quiero...
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