Es curioso lo caprichosa que puede ser
la vida, o el destino o las meigas... o que se yo. A veces parece que
el mundo hace gala de su ironía para colártela del todo y reírse
de ti.
Me parece ayer cuando me encontraba
seguro y convencido de que no quería estar con nadie, que solo,
caminando y creando mi mundo era feliz.
Recuerdo perfectamente mis intenciones
de no formar nada serio de aquello. Si, he ligado, no sé que habrá
visto en mi pero lo ha visto, y no solo eso si no que parecía que no
quería ver otra cosa, los días enteros en mi casa, las noches
enteras para descubrirnos el uno al otro, las vacaciones, las
increíbles ganas de estar juntos, las broncas en tu casa por no
aparecer por allí en días.
Y de repente ¿Qué pasó? ¿En qué
momento cambié de idea? Eso si que no lo recuerdo, no se si fue
algún comentario sorprendente de esos que me dejaban callado, o la
increíble fuerza de voluntad que te acompaña cuando tomas una
decisión o lo bien que me hacías sentir. El caso es que entonces me
dejé llevar. ¿Por qué no? Esto va bien, me hace sentirme feliz.
¿Por qué no?
Hoy te tengo a mi espalda, dormida, y
tengo que morderme la lengua para no decirte todas las cosas que te
quiero gritar. Qué eres preciosa, cada milímetro de tu piel y cada
sonrisa que regalas son cuanto menos para pintarlas en el mejor
cuadro del mundo. Que vales mucho, muchísimo más de lo que a veces
piensas, y no por creerte independiente, si no porque eres capaz de
darte cuenta de las necesidades de los demás sin que nadie te lo
pida. Pocas personas tienen esa capacidad y aunado a tu fortaleza
cuando tomas una decisión es algo que siempre he pensado que te
llevará muy lejos. Quiero gritarte que puedes contar conmigo para lo
que sepas, más allá de lo cotidiano y de los viajes en coche, y que
si me dejas te acompañaré en cualquier viaje que hagas, por difícil
que sea y por muchas veces que haya que parar para tomar fuerzas.
Quiero decirte que solo tu puedes decidir ser feliz si te lo propones
y que lo vas a conseguir.
Y entonces me acuerdo de que no te lo
puedo decir, que ya no me corresponde y que debo guardármelo para
mi, por una razón que nunca me ha llegado a quedar clara. Y yo
necesito contarlo, necesito gritar y contarle a todo el mundo que he
encontrado a una persona única y que quiero acompañarla y poner mi
vida cerca de la suya y que cuando me besas el mundo puede pararse o
destrozarse en pedazos por que no me importa nada de lo que hay más
allá de 2 centímetros de mi nariz.
No te lo puedo decir y cada vez me pesa
más, por que eso es algo que uno no puede guardarse para si mismo
porque no le cabe dentro.
Por eso lo escribo aquí, porque
necesito dejarlo fuera y sé que aquí no lo encontrarás porque ya
no quieres mirar dentro de mi ni escucharme decir que quiero tener la
llave de tu armadura protectora.
Solo espero no cansarme de vaciar lo
que siento fuera de ti antes de que tu quieras volver a recojerlo.
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